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The Will of the Ancients and the Bell

by PROCESION ETERNA

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1.
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Winds 03:46
3.
Procession 05:34
4.
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6.

about

El doblar de la campana ya no era capaz de llevarme de regreso, sino por el contrario, me sumergía y abrazaba más aún en las tinieblas de mi propio destino y fe, el cual ya he terminado de aceptar. Mis pasos son conducidos casi por inercia, teniendo como brújula solo el espíritu del ángel frio.

Recuerdo cuando conocí al maestro por primera vez, cuando era aún muy niño. Desperté de sobresalto, en total obscuridad, sin poder moverme ni respirar. El me calmó y me sonrió .Aun veo, casi como ayer, su invariable atuendo, cubierto de extrañas pieles y símbolos. Muchas veces soñé junto a él, recorrimos bosques, montañas y ríos, aprendimos mucho.

Al llegar la adolescencia ya no soñé más con él, ni él, tampoco conmigo. Poco a poco fue desvaneciendo su recuerdo en mí.

Mas ahora, ha vuelto a mí, se me ha vuelto a aparecer, arrastrándome a horribles pesadillas que yo cometía y que no estaba dispuesta a aceptar. Fue una batalla muy intensa entre las fuerzas que coexisten en mí y en él. Más la sangre opto por imponerse.

Poco a poco comenzó a cambiar mi esencia, a deteriorarse, o a mostrar su verdadera identidad, según se vea .En aquellos tiempos recuerdo que odiaba el sonido de la campana, que se hacía cada vez más grave, no como ahora, que marcan mi avance interior y me orientan de cuan cerca estoy de mi propósito.

Cuando ya no pude dudarlo más, cuando no puede acallar más las voces dentro de mí, me sentí decidido a hacerlo. Tome a mi mujer, que tenía en su vientre a mi primogénito y la lleve conmigo. En mis brazos la conduje a la orilla de la inhóspita playa, en donde solo la Luna con sus tétricos tentáculos de luz nos indicó el camino a seguir, sumergiéndonos en el frio mar, ahogándonos. Desperté y ya me encontraba en el buque de arte, con todos sus tripulantes dispuestos para la ascensión que conocíamos de antiguos tiempos, mi maestro sonreía, Chilpilla sonreía, más lo indígenas miraban in expresivos.

Al centro del ritual mi esposa se encontraba amarrada de manos y pies, implorando piedad, intentando traer de vuelta a mi vieja alma. Ya no fue así, ya había cambiado, mi apariencia ya se había transfigurado. Mi mano condujo mi destino, con la daga firmemente empuñada tome el vientre y lo rasgué, aún recuerdo los gritos, atormentándome. Tome al pequeño sanguinolento ser, corte su cordón, al caminar sentí su mirada y me clavo en el corazón su dolor, pero a la vez su complacencia, el también ya lo sabia

Me dirigí a la proa del barco, extendí mi brazo y solté la ofrenda. Mire con curiosidad el fondo marino y observe como se agitó, emergiendo la gran serpiente negra emplumada, que trituro nuestra ofrenda elevándose majestuosamente, observándonos con sus ojos negros e inexpresivos. Regrese al círculo, en donde entregué la daga a mi maestro. El asintió

Tenía claro lo que debía hacer, tome a mi casi muerta mujer en mis brazos, miré por penúltima vez a mi maestro y me arroje al abismo. Sentí al ir cayendo que en realidad Ascendía, que mi cuerpo subía. La luz de luna ilumino la salida de la serpiente, que devoró nuestros cuerpos en un deleite. El cual también yo disfruté.

Despertamos tendidos en la playa, la estrella de la mañana se mostró a nosotros. Al incorporarnos, observe el mar y la temible lucha, ambas serpientes continuaban su lucha a muerte. Muy cerca mío un grupo de acólitos realizaban extraños rituales en ayuda de una de las serpientes, lo ignore, y ellos a mí.

Solo tenía claro una cosa, mi viaje a los hielos comenzaba, mi padre toca la campana en señal de bienvenida al sol interior.

credits

released February 15, 2016

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Procesión Eterna Santiago, Chile

Herbert West - Guitars/Vocals

Convincitur -
Bass

Obed Marsh - Drums

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